Desde 1913, Prada ha sido sinónimo de vanguardia. Su universo intelectual combina el concepto, la estructura y la imagen mediante códigos que van más allá de las tendencias. Su moda trasciende los productos, traduciendo la conceptualidad en un universo que se ha convertido en un referente para quienes se atreven a desafiar lo convencional centrándose en la experiencia.